Hola amigo
Te escribo hoy desde el claroscuro de mi lucidez. Desde este insomnio de mediodía que no me dejó dormir la noche que pasó. Una desazón terrible, un ahogo sin agua. Ese nudo indesatable en la garganta. Si, lo sé. Tu ganaste. Y no te estoy escribiendo para reclamar que tu victoria pudo ser injusta, es más, te escribo para felicitarte porque aún a pesar de que haya hecho todo cuanto sea posible para hacerte fallar. Tu ganaste. Y no lo digo con malicia, ni sarcasmo. Lo trato de decir desde lo más profundo de mi juicio sobrio.
Sabrás entonces lo que pasó después de la última vez que nos enfrentamos. Sabrás que no pude soportar la derrota. Sabrás que tuve que huir de mi casa pues no podría acercarme ni a mi esposa ni a mis hijos después de eso. Sabrás que no se supo nada de mi después de cuatro meses. Y ¿sabes qué? Regresé después de que me fui con la única esperanza de volverte a encontrar y vencerte. Pero ya era demasiado tarde. Ya no estabas más en el vicio. Así lo llamámabamos ¿recuerdas? Estábamos conscientes de que era eso para nosotros y que nos gustaba seguir jugando porque ese era nuestro medio para salir, para escapar de las responsabilidades de ser alguien. Si, ser alguien. Todavía las palabras de mi padre resuenan en mi cabeza. Tienes que ser alguien. Lo odiaba.
Como siempre tu estabas un paso antes que yo. Y ya lo habías superado. Yo no tenía con quién competir ya más. Así que, sin saberlo, ya me habías ganado una vez más. Escapé, huí otra vez y para siempre. Los policias me ubicaron y me encuentras acá. Escribiendo esta carta para estar tranquilo con mi conciencia. Para ya no buscarte la pelea una vez mas. Para dejar de ser ese sujeto y convertirme en alguien. Como mi padre, nuestro padre quería.
Y te digo amigo porque hermano ya no calza. Estoy diez años tarde de ser tu hermano. Menos aún, de ser el hermano mayor. Tu pareces serlo antes que yo. Amigo, te pido perdón aún sabiendo que ya lo haz hecho. Porque así eres tú, así te encontré a mi regreso, así me dijiste cuando conversamos la última vez y no lo entendí.
Te escribo desde este lugar donde me tienen para ya no hacer daño a nadie más, inclusive a mi. Y parece que está funcionando. Tu me dijiste que funcionaría, amigo, mi hermano. Y si. Está funcionando. He decido reconstruir mi vida, recuperar a mi familia y volver a ser YO. Quien quise ser cuando jugábamos que éramos pilotos de carreras. Airton Senna, Nikki Lauda y los hermanos Javier y Darío Gómez se enfrentan en la carrera definitiva. El titular de nuestros periódicos.
Dentro de unos meses iré a visitarte. A pesar de que tu ganaste aquella vez. Hoy he dedicido ganar YO. Y no contra tí, sino contra este deseo que controla mi voluntad de hacer lo bueno para todos y me obliga a buscar lo bueno sólo para mi. Creo que ahora te entiendo mejor cuando me decías que me perdonabas y que querías que yo me calme y qur necesita ba perdonar me también. Sin embargo, creo que es mejor tarde que nunca para darse cuenta de esto.
Gracias y espero que nos encontremos pronto. Me logré comunicar con Fabiana. El médico me ayudó a ubicarla. Me dijo que me dejaría ver a los niños en cuanto pueda salir de acá y que conversaríamos sobre lo que me pasó. Ojalá nuestra relación mejore. No deseo que se estropee todo de nuevo por culpa de su familia. Perdón. Se que no debo culpar a nadie y ser más indulgente con su familia pues yo también me equivoqué. Pero es algo que aún no logro controlar. En fin, el doctor me ha dicho que ya estoy cerca de controlarlo y que me hace bien escribir todo lo que pienso. Bueno, después de ver a los niños iré a verlos a ustedes y para ese rato espero ya estar mas controlado de la cabeza y que me hayas perdonado. Amigo.
Con aprecio.
Javier
No hay comentarios.:
Publicar un comentario