Fecha desconocida
He dejado incontables cartas junto a tu ventana. Siempre he recibido la misma respuesta: tu indiferencia. Tus ojos, tus labios, tu sonrisa pequeña y dulce. Todo lo que conforma tu imagen ha quedado grabado dentro de mi alma, mecida entre el olvido y el adiós.
Dos años han transcurrido y permanecen cuasi-eternas las notas que dejaste pegadas en el espejo. Esas notas que me son mi luz y mi oscuridad. Mis manos, entonces atadas, han escrito aquellas incontables cartas para pagar su libertad. Pero sigo preso dentro de tu alma, mi indulgencia es sólo un mero formalismo que nunca tendrá valor.
Pasa...
La locura de tu risa, tus manos cálidas junto a las mías, tus abrazos y tu voz. Estos forman parte de una utopía que me debilita poco a poco. Y todo es menos que un recuerdo, es tan sólo una imagen obscurecida por el tiempo. Mi decisión está tomada. No diré más. Si me dices que me vaya, me voy, me perderé entre la nada, pero regresaré (no por ti). Regresaré cuando las luchas de mi alma hayan cesado, cuando muerto mi combatiente pueda verte a través de los cristales de tu puerta una vez más siendo tú una más en la ciudad.
------------------------------------------------------------------------------
Fecha desconocida
He vuelto como prometí hace algún tiempo, tiempo que he olvidado. He visto a través de los cristales de tu puerta, pero no estás.
Tu ausencia ahora sí es definitiva y me he quedado sin mucho que decir...
Es probable que sea la última carta, es probable que no. Nunca se está seguro de ello. Probablemente te molesta el lenguaje que utilizo, mis palabras rebuscadas, mi manera tan complicada de decir las cosas. Pero resulta, a veces, ser la manera más fácil para mí.
Gracias...
Así libre... te doy las gracias.
-----------------------------------------------------------------------------
No importa la fecha, nunca importó.
Ésta es la carta que jamás te llegó. Ésta fue la última.
Han transcurrido días tormentosos, la naturaleza parece haberse empecinado con nuestra historia. Una historia que tiene apariencia trágica con final feliz.
Siempre la nostalgia se ha derramado en tinta sobre mis hojas, alguna vez me dijiste que eso era lo que te gustaba. Y, pues, algunos desconfiamos de nuestra capacidad de llegar a algún corazón y siempre traté de evitarla, pero ahora parece que las cosas podrían hacer sido distintas de haber... Pero no fue así, y es mejor.
Lo malo es que ahora que escribo con mi sangre, con el alma, (justo ahora) sonriendo parezco estar muriendo y que mientras te olvido parezco estar extrañandote a muerte.
No diré mentiras, tampoco verdades. Pero si alguna vez te extraño me levantaré y caminaré; si no, iré tras el rumbo que alguna vez abandoné... ese que te invité a seguir bajo el menguante de aquel día cuya fecha no recuerdo.
Adiós. Siempre fui yo.