Lo conocí hace unos meses. Hace unos días se recuerda el quinto aniversario de su muerte.
Peculiar, como lo que escribió, fue así como pienso que fue. Mario, un ser humano con mucho ángel, como lo describen los que le conocieron en persona. Un bonachón alegre que disfrutaba de una conversación amena, sincera y de la cual pueda dejar un pensamiento para darle vueltas, como lo que escribió.
Si pudiera elegir mi paisaje
de cosas memorables, mi paisaje
de otoño desolado,
elegiría, robaría esta calle
que es anterior a mi y a todos.
de cosas memorables, mi paisaje
de otoño desolado,
elegiría, robaría esta calle
que es anterior a mi y a todos.
Sonríe debajo de sus bigotes. Su mirada interna a lo profundo de sus pensamientos. Pensando en jugar con las palabras, de convencerte de lo que piensa con palabras sencillas dichas de otro modo al usual. Un desenlace inesperado pero real, como lo que escribió.
Voy a cerrar los ojos en voz baja
Voy a meterme a tientas en el sueño
En este instante el odio no trabaja
Voy a meterme a tientas en el sueño
En este instante el odio no trabaja
No solo un activista romántico. Sino un soñador de un mundo real. Paises en paz, paz con problemas, que saben solucionarlos sin echarse la culpa perdiendo de vista el problema actual.
Mario. Encontró en la poesía su medio de expresión directa. La madurez de sus conjugaciones nos envuelve en cavilaciones de confirmación de nuestras mayores dudas y de resoluciones simples.
Lo conocí por lo que escribió. Y cada vez que lo leo lo conozco, aunque sea ub poco mas. Su agradable expresión de felicidad adornada con bigotes y acento sureño. Me hacen pensar que es un consejero de aquellos experimentados que, con suerte, logras encontrar en la banca de un parque, en el devenir de los viajes largos, en lo inesperado del tiempo que te encuentra desprevenido. Gracias Mario Benedetti.
Pongo estos seis versos en mi botella al mar
con el secreto designio de que algún día
llegue a una playa casi desierta
y un niño la encuentre y la destape
y en lugar de versos extraiga piedritas
y socorros y alertas y caracoles.
con el secreto designio de que algún día
llegue a una playa casi desierta
y un niño la encuentre y la destape
y en lugar de versos extraiga piedritas
y socorros y alertas y caracoles.
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