Bienvenido
seas a esta plataforma donde todo lo que leerás, será profundamente diferente.
No
solo se trata de formas, básicamente hablamos de fondo. Frente al relativismo
contemporáneo y al fanatismo de sectores conservadores, sumados a una corriente
de pensamiento que prioriza lo económico por encima de todo, somos una
alternativa distinta. Recogemos las formas clásicas de pensamiento y los
valores cristianos más sustanciales para verter aquí opiniones a favor de lo
que, por supuesto, no está de moda, pero consideramos es lo mejor para el ser
humano de hoy en día.
No
estamos ni con ni en contra de la corriente. Representamos un camino distinto,
conciliamos y estamos en desacuerdo con muchas tendencias. Pero esta no es una
vitrina periodística, tendremos literatura, poesía, relatos cortos, anécdotas,
testimonios, opiniones, todos los elementos que harán consistente nuestra
propuesta creativa que se rebela al momento tomando las formas antiguas y más
clásicas.
Para
ilustrarlo, el alternative, un género
que factura cuantiosas sumas de dinero y auspiciado por las más importantes
disqueras, es sumamente popular y difundido; pero su propuesta inicial era algo
más bien discreto, ‘caleta’. La idea
se volvió comercial y lo que, en los ochenta y noventa, era contra el establishment, pasó a ser el oficialista
establishment musical. Algo así
sucedió con los movimientos de protesta juveniles de izquierda contra el
‘sistema’, son tantos, tan numerosos, tan expuestos y tan de moda, que ahora la
pose contemporánea ha convertido a los que comparten esta forma de pensamiento,
ya no en diferentes, sino a todos en copias.
El
rebelde de los ochenta es ahora un prototipo a seguir de muchos jóvenes que no
encuentran cauce a su indignación y en pos de sus enseñanzas (vertidas en
música, literatura y otras expresiones generalmente artísticas, algunas
políticas), se han formado grandes clubes –informales, desorganizados y no
autorreconocidos- de fans. Pues a estos fanáticos desorganizados y que no se
han dado cuenta que de rebeldes no tienen nada quisiera dirigirme. Para luchar
contra la injusticia se necesitan soluciones, no bulla, no desorden, no
elementos que aporten a la anarquía, sino más bien propuestas que favorezcan a
la sana convivencia humana.
Esto
me recuerda al mejor rebelde de todos los tiempos, pues se rebeló al mayor
malestar de este mundo, insuperable, ya tendremos tiempo de hablar de él y su
inmensurable aporte a la historia humana. Nos referimos a Jesús de Nazareth,
por supuesto.
Bienvenido
seas, lector.
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