Cuando se
pone así, es insufrible. El metal en ese punto de calor puede partir tus huesos
como si fueran tiza y nada pasa en vano, duele. Y la verdad es que duele
bastante, más que nada, compañerito.
Pero, si
duele tanto, ¿por qué lo han hecho así? No entiendo. Ese procedimiento solo
puede tener una finalidad y es la de torturarnos. ¿O no?
No,
compañerito, te equivocas profundamente. Tú eres muy joven aún para entenderlo.
A la edad que tú tienes todo es tan simple, tan fácil. Mientras más chiquillo,
más irresponsable con tus pensamientos, peor con tus palabras. Por eso dices
sandeces.
El
procedimiento tiene la finalidad de volvernos más fuertes. Por eso nunca hay
que esperar a que llegue a estar tan caliente, eso es ilógico. No solo te harás
más fuerte; te vas a hacer más rápido.
Y, ¿para
qué? ¿Para qué debemos ser más fuertes y, de pronto, más rápidos? Dime tú,
compañero, ¿para qué
¡¿Cómo que
para qué?! Pues para que puedas sobrevivir. Para que luego no estés dando pena.
Deberías agradecer al gobierno y no cuestionarlo.
El
gobierno nos pone en una situación contra la pared. Nos da violencia y nos
vuelve violentos para defendernos de lo que ellos mismos nos ocasionan.
Y, te has
puesto a pensar, cumpita, ¿por qué ellos que tienen todo el poder y encima nos
cuidan, quisieran tenernos asustados a todos?, ¿para qué? Si ellos son más
fuertes...
Te
equivocas, compañero, te equivocas mucho. Nosotros somos más fuertes porque
somos más.
Ni
siquiera has pasado la prueba del fuego y dices que eres fuerte. ¡Más que
ellos, encima! Qué risa me das compañerito.
El fuego
que te ponen, el metal caliente no te hace más fuerte. Te mantiene a su merced,
a su expectativa. Te vuelve dependiente porque son ellos quienes administran
ese terror. Te ponen fuego para debilitarte, para que te sepas inferior en todo
sentido, para que no digas nada, para embrutecerte. Y te ponen en un medio
adverso para que no tengas a dónde ir, para que mueras en el intento. Ellos no
te cuidan, ellos nos condenan.
Estás
pensando mucho, compañerito. Los chicos a tu edad están mirando televisión,
están enamorándose, quizás reproduciéndose, los demás compañeritos están en pos
de una moda. Sigue la tendencia, compañerito, no vaya a ser que te pongan el
fierro más caliente y te mueras.
Ya no.
Seguro alguien en alguna parte está pensando como yo. Y quizás somos algunos
los incómodos. Y quizás hemos despertado y, quizás, esto se acabó. Pero no voy
a esperar a que una duda se resuelva sola. Prefiero el fuego extremo que me mate
de una a vivir quemado por años, que me maten por partes y me arranquen las
esperanzas. Como no quiero quedar como tú, elijo ser diferente, muy a pesar de
cualquier fuego.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario