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Un blog diferente.

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viernes, 27 de septiembre de 2013

Adiós, nunca más.

«No te digo adiós, sino hasta siempre, y aunque hoy tenga que irme, sé que no te olvidaré. Queda una canción que me habla de ti y por eso no te digo adiós.»

Quería escribir, pero no lograba concentrarme. Tiré a un lado el lapicero azul, y me puse de pie, como queriendo encontrar respuestas. Estaba inmersa en una inexplicable tristeza y fue cuando decidí respirar hondamente, que pude escuchar con claridad la canción que resonaba en el fondo, muy a lo lejos.
Un rayo de sol atravesaba mi gran ventana, corrí mis cortinas un poco y deshaciéndome de la vidriosa barrera, me incline para oír mejor la melodía que mi vecina disfrutaba. Inevitablemente la brisa primaveral me dio la bienvenida, mi corazón se estrujó, el invierno ya llegaba a su fin.  

Los niños corrían y no pude detener el recuerdo que a mi mente asaltaba, el parque lleno de verde pasto y multicolores florecillas ya no me hacían sonreír, por el contrario, sentí una fría lágrima resbalarse sin permiso por mi mejilla. Añoré el poder salir y correr a su lado, poder quejarme de su incansable actividad, y reírme de sus mañas coquetas para encantar al que pasara por su lado.

«Gracias no parece suficiente, y me suena un poco triste escribirte en un papel. Es mejor reír, recuérdame así, es la forma de irme más feliz.»

Retrocedí, la canción martilleaba y jugaba con mis emociones; en realidad me sabía triste escribir su despedida en un papel. Miré a un lado y colgada sobre mi cama había una fotografía, era el cartelito que me habían dado por mi cumpleaños y ahí estaba mi pequeño recuerdo. Reí, ¡todo lo que había costado tomarle esa foto!

La única forma de hacer feliz el adiós era reír. Comencé a tararear la armonía, yo me sabía de alguna manera esa canción; rememoré cuando se acurrucaba para dormir y solo mi voz cantándole una rima de cuna podía hacerle descansar.

»Por todo lo que compartimos, los momentos que vivimos, nada nos va a separar. Porque se abrieron los caminos desde el día en que elegimos, ir a ver que hay más allá. No es un adiós, crecemos dos, es solo dar un paso más y por eso no te digo adiós nunca más.»

Primavera, primavera, ¿por qué desplazas al gélido e inculpable invierno? ¿Por qué anhelas llevarte mis recuerdos? Los Casi Ángeles capturaron a la perfección  este “adiós” en una canción. No te digo adiós amigo, nunca más. Porque aunque el invierno que vivimos juntos fue corto, la primavera que vendrá será eterna. 

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