Recorto letras que pego,
luego, en un lienzo de color
verde y sobre un cartón
que exuda frases tenues
de una antiquísima canción.
Mis palabras se limitan,
limitadas éstas son.
Las palabras son arcilla
que moldeo al dulce son
de los ritmos del corazón,
tan risueño y juguetón.
De los bordes líneas blancas
han guiado mi pasar
tijeresco y preciso
de cortante caminar.
Fondos rojos son las vidas;
color sangre, el corazón.
Verde, azul, celeste, negro,
el naranja, y el marrón:
En colores la vida se refracta,
la razón se envuelve entre cortinas de seda
y el nacer de un nuevo día
hace cantar a algún corazón corazón.
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